El Rey Juan Carlos, entre exilio, soledad y ausencias: sin motivos para celebrar su cumpleaños

Sin importar en qué año estemos, el cumpleaños del Rey Juan Carlos -que será este 5 de enero- siempre estará marcado. Esta vez  está exiliado en Abu Dhabi, pero cada vez que la fecha marca su vuelta al sol, también anuncia un año más sin alguien y ese alguien duele más que nunca.

Es su hermana Pilar. De hecho, también la madre del Emérito, Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, encontró en este mes su final. La primera, el 8 de enero, la segunda, un día como hoy. Pero en este caso, es la Infanta quien nos ocupa la atención.

Resulta que Doña Pilar era todo un personaje en sí mismo, no necesita mayor presentación. De todo su entorno era la más cercana al Rey y era, por así decirlo, la sal de la vida. Su personalidad y vida fueron, según sus allegados, digna de escribir decenas de libros.

Por cierto, petición a la que ella se negó. Era de estas personas interesantes con su humor, desparpajo, su alegría que llenaba todos los rincones y ese gusto que tenía por la vida. ¿Quién dejo que Don Juan Carlos era el Borbón más zalamero?

Hoy su historia, sus vivencias, y sus pensamientos hubieran sido invaluables para la historia si hubiera permitido plasmarlas, y eso que varios periodistas lo intentaron. Aquello habría sido horas de ocurrencias, de desparpajo, de historias inéditas.

En este momento se preguntarán porqué insistimos tanto en destacar su brillo. ¡Y es que en este momento, tendría todo el sentido del mundo! se podría asegurar sin temor a equivocaciones, que en esta fecha, ella jamás habría dejado al exMonarca solo.

De hecho, Pilar era el punto de unión que siempre mantuvo unida a la Familia Real. Al fallecer en el año 2000, no vivió mucho de lo que hoy conocemos: su sobrino Felipe VI casado con una plebeya, su "Juanito" exiliado y el clan completamente fracturado.

¿Qué pensaría ella de todas las acusaciones que se ciernen sobre el Emérito? ¿Habría viajado a Abu Dhabi? Qué opinión tendría de Letizia? Desafortunadamente no lo sabremos nunca, pero siendo como fue, con toda seguridad no se habría quedado de brazos cruzados. Hoy, el Rey Juan Carlos la extraña como nunca antes.