Fuera de la norma

El gesto que marcó un antes y un después en la vida de Lady Di

Ella era todo lo que la corona despreciaba, pero paradójicamente, el pueblo la amaba.
miércoles, 14 de abril de 2021 · 03:00

Siempre supimos que el corazón de la Princesa de Gales era especial. No solo supo ser la mujer más amada de la Corona británica, sino que también vino a poner una cuota de humanismo y sensibilidad sin precedentes en la historia de la Monarquía. Lady Di tenía un poder y sabía cómo usarlo.

Fue una Princesa que la Corona no supo controlar. Esto no pasó por sus actos o por su personalidad, aunque sí tuvieron mucho que ver. La prensa hizo de ella un producto en sí, observando a la Casa Real y a la familia como nunca antes bajo cientos de cámaras periodísticas.

Lady Di paso a ser un producto fresco, carne recién cortada para los periodistas. La corona británica jamás pudo con eso y este efecto “Diana” era como una peste que se esparcía y crecía más y más.

Sin embargo, nuestra querida Lady Di sabía cómo sacar ventaja de eso, ya que no había sitio donde iba que no la siguiera un ejército de periodistas, usó su poder para llevar la atención hacia otros costados más vulnerables.

No dudó en llevar todas las cámaras a los niños pobres del África, por ejemplo, o a los afectados por el sida, enfermedad que era tabú en los 90. Pero también supo guiar a la prensa hacia su lado más sensible, ese que siempre extrañaremos de ella.

Hubo un día, durante un viaje hacia Bosnia, que Lady Di visitó un cementerio y le llamó la atención una mujer que estaba llorando la tumba de su hijo. El joven había perdido la vida en la guerra y, pese a no hablar el mismo idioma, Diana de Gales no desaprovechó la oportunidad para darle un fuerte y fundido abrazo.

Diana de Gales y la extraña mujer se abrazaron un buen tiempo y luego se despidieron. Las imágenes revelan a una verdadera Princesa, sensibilizada por los más necesitados. En este caso, la mujer no necesitaba ningún bien económico o limosna, tan solo necesitaba un abrazo y allí estuvo ella para curar su herida.

Una vez más, estos son los gestos que la hacían especial y también los mismos por la que la recordaremos por siempre como la Princesa de Corazones.

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