Alba Flores desvela lo que nadie sospechaba sobre su familia

La esencia artística corre por las venas de Alba Flores. Ella es la primera nieta de Lola Flores y de Antonio González, El Pescaílla. No cabe duda de que goza del privilegio de llevar ese apellido, aunque la actriz siempre ha tratado de llevar una vida discreta y no necesita vender exclusivas o dar explicaciones de su vida privada y sentimental.  

Para la intérprete de la actual serie de Netflix Sagrada Familia, es precisamente la familia su pilar más importante. Sus tías y su madre siempre la apoyaron e incentivaron su vocación artística. Y más allá de la presión mediática, en su profesión no ha sido complicado.

Nunca se pusieron en mi contra. A muchas amigas las mandaban estudiar una carrera cuando decían que querían ser actrices y yo sólo he tenido apoyo.

Y es que con tan solo nueve años de edad, la artista perdió a su abuela Lola Flores y a su padre Antonio Flores con apenas dos semanas de diferencia. Algo que devastó a la familia e hizo que ella se convirtiera en la luz de los ojos de sus tías, Lolita y Rosario Flores, quienes además no dieron su brazo a torcer con la crianza y el apoyo a su madre, Ana Villa. De hecho, cada 27 de octubre, cumple de Alba Flores, se intercambian mensajes muy amorosos por las redes: "Orgullosa de tu corazón y de tus genes, el 50 por ciento los compartimos", "Tu tía te quiere, eres la mejor", le escribieron ambas.

Este último papel protagónico en la serie de Manolo Caro le ha permitido a Alba Flores reflexionar sobre la situación de las clases media altas y relacionarlo con su familia. Aunque se trata de una década en especial, los noventa, hoy los cambios se dan a través de redes sociales y celulares.

Las familias de clase baja estamos atravesadas, yo soy un poco especial porque mi familia materna sí es clase baja, por las condiciones económicas, estragos y apuros y eso se lleva mucho protagonismo, no hay tiempo para apariencias. Sería difícil ver esto en un edificio de Carabanchel con paredes de papel, ahí los secretos son difíciles de guardar.

La vida después de La Casa de Papel

Alba Flores después del boom de La Casa de Papel tuvo que retomar el control de su vida. La pulverizó haber conocido a tanta gente y llegar a lugares en los que quizás no quería estar, porque su vida dependía de otros. “He tenido que buscar la manera de construirme mi intimidad”, dijo.