El pasado lunes el mundo del espectáculo sufrió una de las pérdidas más significantes de los últimos tiempos, la reconocida actriz italiana Gina Lollobrigida falleció a los 95 años tras estar ingresada en un hospital de Roma. Como no podía ser de otra manera, a su último adiós acudieron sus seres queridos y, en especial, Javier Rigau. 

El empresario, 34 años menor que la artista, logró despedirse días atrás de la mujer con quien se casó en el 2010 con "poderes" tras ser avisado por Milko Skofic, el descendiente de la italiana, del preocupante estado de salud de la actriz que pasó sus últimos años rodeada de polémicas que terminaron con la intervención de la justicia para proteger su patrimonio. 

He estado en la capilla ardiente y en el funeral como viudo y en primera fila. Con su hijo, su nieto. Con la familia. 

La firme postura de Javier Rigau tras el fallecimiento de Gina Lollobrigida

De esta manera, Javier Rigau comentó al medio "Look" cómo fue su última despedida con Gina Lollobrigida. Muchos de los fanáticos no recibieron de la mejor manera la presencia del empresario en el funeral, que se llevó a cabo en la Basílica de Santa María de Montesanto, situada en la Plaza de Popolo, tras las polémicas del pasado cuando salió a la luz que “La mujer más bella del mundo” solicitó a la justicia la nulidad de su casamiento con su esposo al asegurar que era desconocedora de su boda por “poderes”. 

Pues, como era de esperarse, la justicia falló a favor de Javier Rigau y hasta el día de hoy continuó siendo su marido. Pero, a pesar de que lo señalen como el responsable de la mala situación tanto familiar como económica de Gina Lollobrigida, el verdadero encargado de poner bajo la lupa a la intérprete es Andrea Piazzola, su mano derecha, quien logró hacerse acreedor de la fortuna de la actriz tras varios engaños. 

De hecho, el pasado viernes 20 de enero, Piazzola estuvo en los juzgados de Roma tras vender las pertenencias de Gina Lollobrigida hasta que su hijo consiguió inhabilitarla judicialmente para que nadie más pueda aprovecharse de su estado de vulnerabilidad. Sobre esto, Javier Rigau se pronunció ante el medio mencionado anteriormente: “Hasta el último día que estuve con ella Gina tenía sus joyas, los tres apartamentos de Roma, el de Mónaco, su cuenta corriente en Mónaco, las acciones de General Electric, un almacén con sus esculturas y la casa donde ha vivido en Vía Appia. Ahora todo ha desaparecido. Porque Piazzola se puso como administrador único y ahora dice no saber nada”. 

Sin duda, gracias a la intervención de Mirko y de Javier Rigau, el patrimonio de la fotoperiodista no se perdió en su totalidad: “A Gina se la incapacitó, en tres instancias judiciales, tras muchas pruebas periciales”. Asimismo, el empresario aseguró que Piazzola pagará por sus actos, ya que fue él el responsable del estado de Gina Lollabrigida. “El administrador indicó que estaba en condiciones infrahumanas. Y en tales condiciones ingresó el jueves, desnutrida, con llagas, deshidratada. Si conocierais el informe médico tendríais claro si estaba o no atendida. Una auténtica lástima”, sentenció el catalán. 

Una boda legal

Gina Lollobrigida en 2010 se casó con Javier Rigau por poderes. No obstante, tiempo más tarde, la actriz solicitó a la justicia anular su boda, dado que, según ella, nunca aceptó casarse. Su petición quedó archivada tras comprobar que la documentación presentada en el registro civil de esa ciudad, en el tomo 930, la página 175 de la sección 2 es legal.