Carlota Corredera lanza una declaración de amor inesperada

Aunque lejos de la televisión, la vida de Carlota Corredera (48 años) sigue, arropada por su hija y su marido Carlos de la Maza, a quien la presentadora se animó a sacarlo del anonimato para gritar a los cuatro vientos lo mucho que le ama y agradece por tenerlo en su vida. 

La presentadora ha protagonizado diversas críticas al no tener ningún proyecto en puerta, pero ella parece estar más que satisfecha, compartiendo tiempo de calidad con su familia, en especial con Carlos de la Maza, quien está al tanto de la situación y es el gran sostén emocional de Carlota Corredera en estos momentos. 

Aunque falte poco para san Valentín, Carlota quiso aprovechar otra fecha importante en la vida de su compañero para tener un gesto inédito con él, en el día en que él está soplando las velitas por un nuevo aniversario. 

Tú eres la gran suerte de mi vida.

Carlota Corredera hizo pública la fotografía en sus redes sociales, con unas bonitas palabras que terminaban con un "Te quiero infinito", luego de destacar las habilidades como padre y esposo de Carlos de la Maza. 

El marido de la presentadora también conoce los estudios de televisión; es él un experto de todo lo que ocurre detrás de las bambalinas, debido a que se encarga de manipular la cámara de varios programas de televisión de Mediaset. De hecho, así fue como se conocieron hace una década. 

Esa habilidad también es un recurso más que importante, ahora cuando el futuro delante de cámaras es incierto para la colaboradora de Telecinco. Muchos dicen que se estaría planteando proyectos que no involucren su presencia en pantalla, por lo tanto puede que esa decisión la acerque mucho más a su marido. 

Unidos sin pensar en la tormenta 

Carlota y Carlos llegaron al altar en 2013 después de varios años de noviazgo, compartiendo los estudios de "Sálvame" como espacio sagrado en el que nació el amor, ella delante de cámaras y él haciéndole las mejores tomas con su máquina. Por más de 10 años han sostenido su amor, con una hija en común, a la que mantienen muy cuidada del ambiente de la prensa del corazón.